Especial fin de año: Un viaje inesperado (resúmen del primer año).

¡¡Muy buen lunes para todos!! Espero que hayan comenzado esta semana de lo mejor, que estén disfrutando de estos últimos días de primavera antes del comienzo del verano y de la Navidad. Para este apartado del especial de fin de año, por otra cuestión de organización de la facultad, me vi obligada a pasar la entrada de Un Viaje Inesperado para el día de hoy.
Además, antes que nada, les presento el nuevo encabezado de Un Viaje Inesperado que nos va a ir acompañando en este 2017 que ya está más cerca que nunca. También agradecerles por acompañarme y aconsejarme en este primer año de universidad que fue muy intensos, con sus altos y bajos. Así que dejo de enrollarme y LET'S GO.





Este ciclo lectivo fue diferente. Fue mi primer año universitario cursando la Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Entre Ríos. Fue una aventura desde el primer día. Algo que no dije en la segunda entrada de esta sección fue que en mi primer día, de camino a la facultad y en los primeros dos días del ingreso mi único pensamiento era "¿En qué me metí?". 
Como cualquiera, estuve medio perdida al principio y era caminar en medio de la niebla sin una linterna. El primer año lo supe disfrutar muchísimo y aprendí varias cosas que me quedaron medio inconclusas de mi último año de secundaria como Historia Argentina y Mundial (un tema que me encanta) y también aprendí fotografía, redacción, edición y también la forma de expresión de cuerpo y voz a la hora de estar delante de un micrófono, ya sea para radio o televisión.
También aprendí a sobrevivir yo. En el sentido de volverme alguien inquieta, que quiera saber más y no esperar a que los otros se muevan para moverme yo. Aprendí a ser más independiente y a hacerme cargo del uso de mi tiempo que dedico en mi vida. 
Aprendí lo que es que una carrera te rompa, en cierto sentido, el corazón. Al día de hoy estoy preparando (por cuarta vez) la última materia que me queda y, por suerte, no estoy sola: los tengo a mis viejos, una maestra particular y una compañera que es un sol y un pan de Dios que se volvió mi mano derecha para estudiar, para hablar, para reflexionar y con quien crecí un montón.
Y sí, pedí ayuda a una maestra particular. Creo que hay que ser capaz de decir "necesito que alguien que sepa en serio me explique y me diga cómo puedo hacer esto bien". Ir a una maestra particular no es un signo de ignorancia y menos de debilidad. Es una señal de que nos importa, de que queremos estar comprometidos y sacar un resultado que valga la pena el esfuerzo. Gracias a Dios esta profesora es una experta, es amorosa y es profesional en lo que hace.
También agradezco infinitamente el apoyo de mi secundaria que estuvo presente aún cuando su tarea de tener que cuidar de mi y educarme ya se había terminado. Me recordaron cómo era, como soy y cómo quiero ser en un futuro cercano. Todos los profesores que me siguieron aconsejando y a mi rectora que aún cuando fallo, sigue apostando por mi y eso es invaluable.

Para serles totalmente sincera, no tengo muchos ejemplos universitarios: mis padres, que son de las personas más cultas, trabajadoras, capaces e inteligentes, no pudieron concluir carreras universitarias por distintos motivos. Mis hermanos, aunque los amo, tampoco han podido concluir sus estudios por motivos suyos. Ni siquiera yo creía que iba a sacar al menos dos materias. Saqué, en 8 meses, 7 materias. Y no me veía capaz. Pero a veces pensaba "pudiste con el secundario e inglés, pudiste con 4 intertribus siendo campeona en culturales quedando invicta... ¿qué diferencia hay acá? El esfuerzo que ponés es el mismo". Hoy miro exactamente hace un año, cuando estaba recibiendo el diploma del secundario y sigo entendiendo el miedo de aquella Fedra de 17 años. Lo veo y lo sigo sintiendo. Los miedos de perder los vínculos siguen ahí pero todos sigan ahí y voy a luchar por la gente que quiero.
Para los que estén comenzando el secundario o la universidad y se separen de los amigos, les digo: los amigos de verdad siguen unidos aún cuando pasan los años. Yo soy la prueba de ello.

2016 me trajo, para mi sorpresa, mucha gente nueva que hoy son un gran apoyo y una gran fuente de alegrías para mi. Mi amiga Jocelyn, Aldana de la facultad son un ejemplo de que este año no habría sido lo mismo sin ellas presentes. También a alguien que tuve muy cerca estando lejos fue a Ro Barberán, un sol de persona que me ha sabido ayudar y decirme la palabra justa cuando la necesitaba y espero conocerla personalmente en algún momento. También me trajeron la sorpresa de que voy a conocer a alguien, con suerte, en junio del año que viene. Una personita muy importante que me va a decir "tía" y que me importa más que nada que venga sano (o sana) y sea muy feliz.

Alguna vez escuché a una persona que dijo "la facultad es el claro ejemplo de 'persevera y triunfarás' " y, efectivamente, es así. Es luchar, es peregrinar y ser optimista en que las cosas van a estar bien a largo plazo. En la facultad, y en la vida en general, uno es su propio héroe. Nadie te levanta sino vos mismo.
Los padres, amigos e incluso los profes nos pueden alentar a seguir adelante, pero los que toman las decisiones de seguir adelante con la vida somos nosotros. Quedar estancados en un pozo o subir hasta poder ver la luz son dos opciones completamente viables.

La sorpresa que no me esperaba este fin de año fue una propuesta de ser becaria en radio (que surgió recientemente, si ven lo que twitteo la semana pasada fue mi primer día) la cual acepté sin dudarlo dos veces, es una oportunidad increíble que no podría estar más contenta la gente con la que trabajo ahora.

Por supuesto, el blog me ayudó un montón a expandirme (como siempre) en la experiencia lectora, en mis amistades y con los conocimientos adquiridos en este año (y los conocimientos que me quedan por adquirir) que al fin y al cabo me han servido para la organización y diseño del blog para el 2017 y para el resto de años que espero seguir con este espacio que ya cuenta con casi 200 personas detrás de la pantalla. 
Si les comparto todas estas imágenes, es porque cada una de ellas representa algo muy importante para mi. Acá hay momentos muy lindos de este año que quedaron grabados. El tiempo se detuvo ahí para que lo pueda recordar en algún tiempo. Y espero que el año que viene y por mucho tiempo más, este viaje inesperado siga para sorprendernos a todos con más fotos y momentos que me hagan pensar que todo este recorrido a una Montaña Solitaria, vale la pena.
¡Nos vemos este sábado para el especial de Navidad!

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2 comentarios

  1. Hola!
    Esta época del año es cuando te sentás a reflexionar todo lo que fue pasando en el año y te das cuenta de todo lo que tuviste que superar para estar hoy donde estás.
    Me alegro que a pesar de las dificultades hayas salido adelante y confiaras que con ganas y esfuerzo se pueden lograr muchas cosas.
    Espero que tengas un increíble 2017!
    Saludos

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  2. Muy linda entrada. El primer año en la universidad es siempre toda una aventura. Yo me he llevado mis cosas buenas y malas de la experiencia.
    Espero que el 2017 sea igual o mejor ;)

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